jueves, 18 de abril de 2013

Viajando por las rutas mexicanas...

12/3/13


Salí de Chetumal con Juanma, Saca y Ale. Fuimos a dedo hasta el cruce de rutas y nos separamos. Mi gran amigo artesano y yo quedamos a la espera de un alma bondadosa que nos levantara. Fue duro, un poco larga la espera, pero conseguimos que dos camionetas de mexicanos nos aventaran de un pueblo a otro.

Llegamos a Nicolás Bravo, a 50 km de Chetumal aproximadamente. La longeva espera por un nuevo rai se hizo sentir, hasta que apareció Brian. Con su auto destartalado, este típico personaje yanqui de Michigan nos levantó sin problemas y anduvimos viaje hacia la fría noche. Junto a él recorrimos mas de 500 km hasta una estación de servicio en las afueras de Villahermosa. Brian siguió su camino, mientras que Ale y yo montamos la carpa detrás de un camión. Dormimos 5 horitas, de 1 a 6 am. Después de un desayuno rápido nos separamos. Él siguió rumbo al DF y yo me volví para Cárdenas a encontrarme con los pibes.

Caminé por la ruta escuchando Árbol, La Renga, Los Piojos. Fueron 4 km duros con las mochilas, pero ¡así sí que vale la pena!

16/3/13

Bellísimo día. Conocí Paraíso, un pueblo a 30 minutos de Comalcalco camino a Villahermosa. Es un lugar re bonito, con una energía positiva muy copada. Me sentí bien en ese lugar. Junto a los chicos, tuvimos conversaciones muy interesantes y filosóficas, existenciales.

Paraíso cuenta con un ambiente selvático muy relajado. Se respira un buen aire y se contagia la buena vibra. Los lugareños son gente reservada y tranquila. Muy amables si los consultas, pero en la suya si no lo hacés. Se los veía bastante libres. La plaza es hermosa. Los arbolitos podados en grandes cuadrados, todos en línea y prolijos, brindan una sombra fresca donde descansar. El parque se llena de gente, sola o acompañada, que sencillamente hace lo que tiene ganas de hacer. Está secundada por una iglesia pintada con colores alegres y una onda bien copada.

Pasamos la tarde en el cumple del nieto de Sandra, mi madre postiza tabasqueña, en el pueblo Benito Juárez. Fue una hermosa fiesta donde conocimos a toda la familia. Hubo mucha alegría, comida rica y un show de malabares que le regalamos al cumpleañero y sus amiguitos. Nos trataron de maravilla. Me sentí muy cómodo y a gusto, charlando con hermanos, tíos, primos, sobrinos. Jugando con los niños me sentía uno más y, a la vez, sabía que era importante para ellos. Me buscaban, me llamaban, querían mi atención. La pasé muy bonito.

Continuamos la noche tomando café con galletas en lo del hermano de Sandra y conversando de nuestras vidas.

20/3/13

Llegamos a dedo hasta Veracruz. Primero fueron dos rais cortos. Después conocimos a Ricardo, un camionero de 30 años, muy copado, mujer y dos hijos. Viajamos toda la tarde y gran parte de la noche hasta La Tinaja, a 70 km del Puerto de Veracruz. Con él la mejor onda. Nos tiró buena data de México para recorrer y conocer cosas piola. Comimos, bebimos y platicamos mucho sobre la gente y el rumbo que cada cual le da a su vida y el sentido que le otorgan.

Pasamos la noche en una iglesia. Armamos la tienda en el patio, digamos, y dormimos hasta las 6:30, cuando las campanas sonaron para llamar a los fieles a la celebración e invitar a los infieles a continuar su travesía.

Seguimos viaje y llegamos a Veracruz cerca de las 10. Nos encontramos con Ezri, la chica que nos hospedó. Ezri tiene una muy linda energía, muchas pilas y alegría. Con ella tuve conversaciones muy interesantes sobre la política de nuestros países y, sobretodo, de los derechos humanos. Le conté del 24/3, de la memoria, la verdad y la justicia que reclamamos cada año. Ella también me habló de cómo están las cosas acá, en México. De la democracia fraudulenta del PRI con Peña Nieto, de la lucha contra el narcotráfico, los saldos de muertos que aparecen, de un Veracruz militarizado donde no hay policía sino que la Marina es quien controla y vigila, a mi parecer demasiado ostentosamente, con los grandes rifles desenfundados y apuntando a la gente desde sus lujosas camionetas.

Pasamos varios días ahí, en el barrio alejado de Geo Los Pinos, donde se respira soledad y se ven casas humildes que tratan de pasar desapercibidas. Nos cambiamos de casa, más cerca del centro. Nuestra nueva salvadora hospedacional es Dora, una veracruzana muy buena onda y con una visión bastante piola del mundo y la vida, la cual comparto en muchos casos.

2/4/13


Llegamos a Cholula, Puebla. Muy bello lugar, con un fuerte viento, vivo, que hace circular una energía vibrante, bajo cielos oscuros y fríos y un silencio que grita en la penetrante noche.

El volcán Popo es el responsable de semejante brisa, que no pide permiso, solo viaja ante los entrecerrados ojos curiosos que quieren evitarla, vencerla. Cuando grita se hace sentir en todo Puebla. Cuentan las leyendas que una francesa con frío lo ha visitado y ha probado su cálida marea en un viaje de muerte.

La Gran Pirámide de Cholula tiene la base piramidal más grande del mundo. Tardo más de 500 años en construirse, que pudieron ser mil. En tiempos donde la relatividad del tiempo era menos quisquillosa y la cuenta era regresiva, se estima que su nacimiento fue en el año trescientos antes de que Cristo llegase a nuestro mundo. Sobre su figura reposa el Santuario Nuestra Señora de los Remedios. Construido entre finales del siglo XVI y mediados del siglo XVII (1594-1666), esta iglesia protege a la Virgen de los Remedios. La imagen fue aparecida por primera vez junto a un bebé abandonado por la región española de Extremaduro. Su madre lo llevó fuera de los límites del reino para que no descubrieran el romance que mantuvo con un noble a espaldas del amor del rey. El español que adoptó al niño fue un acaudalado cacique que llevó la virgen a la guerra contra Italia y regresó proclamando la virtud de protección y sanación de la imagen. Años más tarde, la envío a su hermano en Tlachihualtepetl, mucho antes del inicio de la construcción del Santuario.

Puebla es una ciudad estéticamente linda. De una belleza ordenada e intensa. Altos árboles que bailan para las montañas circundantes. Parques de una tranquilidad despierta, consiente. La arquitectura del lugar es majestuosa. El centro histórico y zócalo cuentan con edificios de construcciones tradicionales, amplias y llamativas. Un lineamiento colonial que le otorga una armonía seductora.

La arquitectura actual no deja de ser generosa. Presenta un estilo muy moderno, más sobrio, con grandes construcciones ostentosas que gustan al andar.

11/4/13

Hoy conocí el Castillo de Chapultepec. Es el símbolo de la independencia mexicana. En él vivieron Maximiliano y su esposa Carlota durante el Virreinato español. Luego de la independencia, vivió en el castillo el presidente Porfirio Díaz hasta que la revolución mexicana decidió terminar con su mandato. El presidente Lázaro Cárdenas del Río entregó el castillo al pueblo de México para que, en 1944, se inaugurara el actual Museo de Historia Nacional.

El castillo es imponente. Tiene grandes construcciones muy estéticas, jardines mantenidos a la perfección que irradian una belleza incomparable. Los salones y distintas habitaciones son amplias y elegantes. Los muebles, camas, escritorios, mesas, sillas, son majestuosos. Muchos de ellos fueron hechos a pedido de don Porfirio para copiar el estilo francés barroco, ya que durante su presidencia mantuvo muchas relaciones políticas y económicas con el extranjero. De tal manera, cuando los diplomáticos estaban en el país se alojaban en el castillo como invitados de la familia.

Como dato de color, Wikipedia aporta: En 1996, el castillo fue utilizado como escenario en la realización de la película Romeo y Julieta, protagonizada por Leonardo DiCaprio.

El recinto que abarca al castillo es grande y turístico. Cuenta con un zoológico, un jardín botánico, lagos de agua verde, parques hermosos y ardillas simpáticas que corretean a tu lado.

26/4/13

La estadía en San Miguel de Allende fue tranquila. Dormir hasta entrada la mañana, desayuno en el jardín escuchando a los pajaritos y respirando la tranquilidad que el ambiente regalaba.


Reprendí a tejer pulseras y le agarré la mano. Me gustó y me copé bastante. Pasaba los mediodías produciendo, aprendiendo nuevos puntos y enfrentando diversos desafíos artesanales enfrentados con disciplina, paciencia y ganas. Todo esto acompañado de Saca, Ro y jm, grandes amigos y compañeros, charlando de nada en especial con un sentido tan nuestro que se cargaba de emoción. Después íbamos al centro a vender anillos de coco. Nos fue muy bien por suerte, me gustó la experiencia de encarar a la gente, ofrecerle nuestros productos, sacarme la vergüenza, esa tan absurdamente presente en muchos casos sin ningún sentido más que el que limitar la vida. Fue cumplir una meta con objetivos más que saciados.

Extrañaré los atardeceres en el monte, con el sol incendiando de colores el cielo y las montañas, imponente sobre el pueblo distraído, acostumbrado quizás a esta belleza. Y yo, observando todo desde una roca, desde un pedazo de tierra, simplemente contemplando y entendiendo. Entiendo que la vida son momentos que pasan y hay que aprovechar. El lugar donde estamos en el presente es el que le da sentido a ese fragmento de vida. Y la armonía de un atardecer en la cima de una montaña en Guanajuato, México, es un fragmento de mi vida cargado de un sentido exquisito, relajante, que me llena de paz.

Por las noches nos juntábamos a cenar como una gran familia, colaborando cada uno con alguito. Una peli de postre para digerir nuestras historias del día y seguir divirtiéndonos y sonriendo hasta recibir el último parpadear de la persiana que separa un día de otro y lo magnifico que eso resulta.

Hoy estoy en San Luis Potosí, cumpliendo 3 meses desde mi partida. La carretera desfilando frente a mí con un sinfín de opciones diferentes y atrapantes, con un comienzo y un final, pero un durante, que es mi tramo favorito. Incómodo, con frío, cansado, la carretera nos pone a prueba. Es un día de viaje, de puro y neto viaje, donde mi vida se revuelve con cada persona que me sube, con cada historia que escucho y cada paisaje que veo. La carretera tiene la magia del misterio, del no saber. Y es que la magia verdadera es desconocer y probar. Y ver, y sentir y saber disfrutar. La carretera es conocer. Conocer cada vez más y más profundo. Gente, lugares, amigos y sobretodo a uno mismo. Es probar que la gente es bondadosa y quiere ayudar. Es recibirlo. Viajar a dedo es conocer la bondad que existe en este mundo, a través de sus personas. Aprender a pedir ayuda y agradecer recibirla. A veces se hace desear, pero ahí está, ahí está la magia de las personas, que suben a su auto a extraños y les hacen un favor sin recibir nada a cambio más que una palabra y un estrechón de manos. Y conocer eso, verlo, experimentarlo, es magia pura.

18/7/13

Roberto Barrios es un poblado humilde a aproximadamente una hora de Palenque, Chiapas. Sus habitantes hablan zepal y también el español. El principal atractivo, lo que une a todos los niños, adolescentes, jóvenes y adultos del pueblo, son sus cascadas. Inmensas cascadas que decoran el río. El agua se desliza por las rocas y gota a gota se va acomodando en una nueva vertiente. Son paradisíacas. Su simpleza las hace aun más hermosas. Quien recorra andando su lomo, quien logre conquistarlas con el caer de sus pasos encontrará la sintonía perfecta entre belleza y diversión. La fantasía invade el cuerpo. "Estoy escalando sobre unas cascadas". Pero es realidad. Los locales llevan ventaja y la saben demostrar. Son peces en esas rocas llorando. La furia se calma solo para dar lugar a la siguiente lluvia montañosa. Al contemplarte allí, sobre la cascada más alta, la de la fuerza más brusca y la vista más linda, solo se puede sonreír. Otro cuento hadas del que se puede participar. Otra maravilla para visitar. 

Las cuevas internas se forman gracias a las rocas que funcionan de tobogán para el agua y de techo para los peces. Los saltos desde lo alto de la selva aceleran aun más la adrenalina reinante en cada espíritu, tranquilizado por la paz y la armonía que seduce con ese verde tan verde, esa vegetación tan verdadera que se encuentra en Chiapas. 

Roberto Barrios es un lugar sagrado. Mayas, zapatistas, niños jugando, todo se conjuga en el mismo verbo. Placer es lo que se siente al visitar estas cascadas. Un placer extasiante, un placer que ya comienza a extrañarse.



La paz, esa armonía tan grata que trae el silencio de las cosas naturales. Zumbidos, chillares de insectos. Agua desplazándose de un sitio a otro. La paz. Cuando la cabeza descansa y la mente solo juega a crear nuevos colores. Cuando la propia respiración es el sonido más fuerte emitido. La paz. Tan inmensamente tranquila, marcha serena del tiempo. Inmovilidad. Inmutabilidad. La paz que infla el pecho e inyecta energía.
El cielo, las verdes montañas, los árboles, la laguna. Esto es hoy mi paz, la paz. No quiero ni puedo pedir nada más. Solo esto, aquello. Paz. Armonía. La sensibilidad lo convierte en belleza. Podría pasar un año entero aquí, sin cerrar los ojos.
Laguna Nahá, pueblo Maya. Nuevamente gracias México por seguir compartiendo tu magia.

Espero inmerso en la selvática noche. Los sanguinarios moscos perturban mi calma. Luces que no veo llegar me mantienen atento. Todas esas cosas que me importan están allí, adelante. Amo en un presente que recuerda y que perdura en el tiempo. Soy carne y energía, soy luz. Recibo y doy. Vuelo por bellos prados verdes y montañas rocosas. Me desvela la alegría de rostros ajenos, desconocidos. Siento ganas de formar nuevos caminos. Formar nuevos caminos. Vivirlos.

Por fin llega mi transporte. La selva de noche está llena de interrogantes. Llena de vida que se desplaza, de muerte que se dan sus habitantes.

sábado, 13 de abril de 2013

Cuentos, descripciones y fragmentos de un poeta loco que decía haber ganado la lotería con un billete de tren


En cuanto se levantó de la siesta, se dirigió a buscarla. No tenía idea qué iba a decir o cómo actuar. Ni siquiera sabía cómo llegar hasta allí.
Igual caminaba. Pensaba y caminaba. Dependía de él, y únicamente de él, que le abriera sus puertas. Y él la quería. Quería encontrarla y dedicar su tiempo a pasar la vida juntos. Despertarse junto a ella y ser lo primero que vea en la mañana. Admirar su belleza con cada bostezo y contemplar la escultura de sus articulaciones desperezándose. Tenía miedo. Muchos miedos, pero uno solo. Fue eso una de las cosas que lo despertó. Así que fue a buscarla. Viajó, recorrió barrios y no la vio. Fue a distintas ciudades y no estaba. Buscó por países, pero no encontró nada. Saltó por los diferentes continentes, fue al espacio, atravesó planetas, constelaciones y no. Ella no estaba en ningún lado de todo el universo. No dejó nunca de buscarla, así como nunca la encontró. Pero no estaba triste. Ya no tenía miedo porque nunca estuvo solo. Si bien en su búsqueda jamás apareció lo que buscaba, no se frustró. Encontró, en cambio, maravillas con las que nunca hubiera soñado y estuvo en lugares donde ningún hombre llegó jamás. Se topó con perversiones e injusticias. Conoció la felicidad y disfrutó de la paz que el sonido de su respiración le transmitía. Murió y volvió a nacer muchas veces. Fue humillado y alabado. Pero no, no la encontró. Entendió su búsqueda y pudo ver la magia escondida en el mundo, también sus miserias más grandes. Y lo que siempre encontró fue el deseo, el deseo de seguir buscando.

Mónica Tamara Ñantares
Qué lindo que es mirarte. Contemplar tu inmensidad y darme cuenta que no soy nada. Soy diminuto y lo acepto. No puedo competir contra vos. Me maravillás a cada instante. Tu piel, tus pelos, tus enojos, tu sangre y tu alma. Tus siestas son mis aventuras. Junto a vos puedo ser alguien. Tu fuerza se extiende en los lugares más recónditos del planeta. Y te admiro. Sos vieja y sabia. Me enseñás y yo te escucho, te veo. Que lindo que es mirarte.

Cancha de Fútbol
La noche fría amenazaba y el pueblo, cansado, quería dormir. Pero ellos no. Eran jóvenes felices en busca de diversión. Tocaban y cantaban en la canchita de fútbol. Y vaya si se divertían tanto, que todas las estrellas del cielo se juntaron para verlos bailar.

El lago más grande del mundo
El movimiento del agua nos invitaba a continuar. El frío quería incomodarnos, pero sólo por pura mala costumbre. Uno nunca sabe lo que llega o lo que se va. Al menos hasta que llega o se va. Nuestra vista no podía limitarlo. Con su gigantesca frazada, nos daba más vida que la ya obtenida. Nos daba paz. Una tranquilidad tan física y mental que hasta me avergonzaba no haberla sentido antes. La energía también hacía su parte y nos encendía como leña seca. El viaje no termina aunque ya me haya marchado. Con el agua del lago purificando mi ser, me voy, pero siempre para continuar. Para contar, decir y admitir la inmensidad de esta maravillosa fuente de vida y armonía.

Ver
Ríe, siente, goza, entiende, piensa, actúa, corrige, esfuérzate, maravíllate, agradece, vive, camina, conoce, brilla, alumbra, da, recibe, observa, escucha, contempla, llora, enorgullécete, admira, esquiva, esconde, duda, decide, libérate, ríe, siente y ama. Destruye.

Indignación
Me fallaste. No sé cómo pude confiar en vos durante todo este tiempo. Siempre sentí que teníamos una conexión especial, y así lo decía, pero me equivoqué. Tu engaño me duele en lo más profundo de mi ser. Es un dolor terrible, como si estuvieran disparándome. A cada instante se hace más intenso ¿Por qué? Te lo di todo, te mimé y te di siempre todos los gustos. Nunca me habías hecho algo así ¿Qué fue lo que cambió?
Ahora estoy acá, sin saber que hacer, sin poder dormir, comer, nada. Estoy atado a tu traición y no puedo salir. No puedo. Aunque lo intente, aunque quiera rehacer mi vida, no puedo salir del baño. Sentado en el trono mientras los minutos pasan y las imágenes terribles que vos creaste torturan mi mente. Soy conciente que no es sólo una pelea. No tengo más que decir que espero que todo vuelva a ser como antes.


Todos cantamos alguna vez y por alguna razón
Si sigo por aquí                                              Mientras tanto me escucho
no podré perderme                                        Y lloro
Pero tampoco detenerme                               Y grito
Como si no hubiese tiempo,                          Pero no hablo conmigo
sin tocar el piso                                              Si alguien me escucha
sin soltar el aliento                                         y puede, o quiere, verme
No llego                                                         Venga conmigo
Hoy tampoco lo vi,                                        Dejemos que la vida nos pruebe
fue decepcionante                                         y tratemos de gustarle
Debe estar atrás de eso,                                 No puedo enojarme más
sí,                                                                   Esta vez fue mi culpa,
mañana probaré allí                                        pero no es a mí a quien busca.


Mazunte
Veo,
el mar resplandeciente de salinidad pura, bella espuma blanca que sana mis heridas. Las rocas milenarias que abrazan mi pisada con el manto de su eternidad.
Escucho,
el rugir de la bestia y el abatimiento de su furia. Los gritos del pueblo perdido, el estruendo de su conquista en la arena.
Pienso,
ato cabos sueltos que se alzan ante mí, modifico mi mirada, las nubes se apartan.
Siento,
la vida corriendo tras las olas, el horizonte infinito, basto.
Vivo,
el acto teatral, la destreza circense.
Viajo,

no me gusta el olor a pescado.

La sonrisa, la mejor forma de matar la tristeza
Ella lo supo al instante, antes de siquiera, aun, pensar en eso. El gato estaba degollado, colgado del pizarrón. La inscripción en sangre rezaba "niñas perdidas, síganme"
El horror inundó su rostro, fascinada. «Hay otras como yo».


domingo, 7 de abril de 2013

Un día de mi vida en el paraíso


Un pibe de Colegiales, que para en la Plaza Mafalda, anda con una Bottechia roja del 98, cadete y recepcionista, le pone tanta buena onda a la vida que de repente la pega y se va tres meses de viaje a una isla en el caribe.
Isla mujeres está ubicada en la península de Yucatán, del golfo de México y mar Caribe. A media hora en ferry desde Cancún, la isla de 7,5 km de extensión es famosa por sus abundantes palmeras, playas de arena blanca y agua cristalina.
La isla mujeres hace honor a su nombre y llena las calles y playas con diosas, angeles y princesas. Un mix femenino que incluye hermosuras de todas partes del mundo. Argentinas, italianas, israelitas y suizas copan la parada con actitud y verdadera belleza.
La playa es un jaque mate a la fe cristiana, un paraíso terrenal. No hay que esperar más, venid, traed y difundid la noticia. ¡El paraíso llegó hace rato, solo hay que viajar hasta allí!
Cuestión que este pibe consiguió un laburo de voluntario en un hostel re piola en la isla y trabaja todos los días de 8 a 12 ("8:30 después de desayunar, hasta 11:45 maso, con media horita de recreo") limpiando la playa y otros lugares a cambio de alojamiento en una habitación compartida para 8, ("entran, salen las mujeres, y son todas lindas") comidas y mitad de precio en la barra.
Relato de Diego Adur, el fumeta que la pegó.

La alarma me despierta 7:45, pero me levanto a las 8. Cepillada de dientes, caguito y a desayunar. Voy caminando tranqui, todavía medio dormido, saludando amigos al pasar. Me sirvo una buena taza de café con leche y dos tostadas de pan negro, una con cajeta ahumada (DDL) y otra con mermelada de fresa. Me siento con Marito y con Ale, nos pasamos la habitual buena onda enérgica de todas las mañanas y escuchamos el cantar de los pájaros, también despertando y saludando al sol.
8 y media masomenos arranco para la playa. Trabajo junto a mi amigo Juanma, que siempre aparece a las 9. Junto botellas, vacío los ceniceros, levanto las colillas, vasos y toda basura que haya. Alguno de los dos rastrilla la cancha de voley y otros sectores. También hay que sacar ramas de palmeras caídas, cocos y todo tipo de hojas grandotas. Tranqui, parando, relajado, pero metiendo, le doy hasta las 9:30, 10. Ahí viene el recreo y pinta fumar un churro de porraco, marihuana y tabaco. Me junto con la banda en el observatorio, un lugar re piola. Es un cubo de cuatro paredes de cemento sin techo, un par de colchones tirados, ropa colgada, unas pintadas y nada más. Si alguien me preguntara un lugar ideal para fumar mota habitualmente con amigos, respondería la Torre Effeil. No, fuera de joda, el observatorio es un lugar mágico, se reúne mucha buena energía positiva y alegría. La gente se relaciona y se van tejiendo historias. Tiene la ratonera de Jerry, zarpado. Y su nombre es debido al contemplamiento estelar que se produce desde allí. Sencillamente precioso.
Pasaditas las 10 y media voy arrancando para el denominado inframundo, el lugar donde duermen todos los que trabajan en el hostel. Es un depósito de todo el resabio de cosas que van quedando. Generalmente hay bastante para hacer; romper maderas, barrer y juntar hojas, sacar palmeras caídas, cocos y basura. 11:30 ya liquido ahí y me mando para el fogón. Dejo las bolsas de basura, rastrillo un toque y ya voy terminando. 
Llego al cuarto cerca de las 12. Mayita, lentes de contacto, me como una fruta y a la yapla. Voy por adentro, por el mar. Camino hasta el muelle, me meto y voy nadando hasta la playita donde está toda la muchachada. La playa es única. Alucinante. Una belleza. La arena es blanca y suave. Fina, cariñosa. El mar impresiona con sus colores y destellos. Te llama por tu nombre y te invita a adentrarse en él. El agua, cálida por fuera, refrescante por dentro, riega cada parte de tu cuerpo con una intensidad extasiante. 
Cumplida la parte del nado, boludeo un toque en el mar con los pibes, encaramos minitas y jodemos un rato. Me salgo del agua y sigo girando de grupo en grupo, charloteando, divertido. 
Se hacen las dos y vuelvo al Pocna para almorzar. El menú no varia mucho entre pollo,arroz, frijoles y picante. Pollo, muchas formas de pollo, basta de pollo.
De 3 a 4 siestita clave, o en su defecto un poco de lectura o escritura en la cama escuchando musiquita piola.
Ahora ya más organizado llevo a la playa la mochi con cartas, libro, las bolas de malabares, cámara y, en los días mas osados, mate. Me junto con la flia playera y nos colgamos ahí hasta el atardecer. Un espectáculo hermoso, loco. Una bola de fuego imponente dominando el mar eterno, que lo despide con su habitual belleza y respeto. Fotos que aplauden hasta que no se deja ver más. 
Con el regreso va cayendo la noche que, entre paréntesis, es a las 6. Alguna meriendita, pueda ser un crep de nutella que te descoloca la pulsera, unas donitas con licuado en el xpress o la económica, una mateada con emperador de chocolate. Pintan unos pingpones. Se arman partidazos. Mario, gran jugador, devuelve hasta las que no le tiran. Juanmita cuando esta encendido es letal. Ale va mejorando cada día. Pero si esto va sobre mí, hablare de mí. Tengo mis días. Si estoy concentrado y con pilas siento que puedo ganarle a cualquiera. Cuando me entran bien los saques y la derecha baja bien soy difícil. Gano bastante. Pero es verdad que también están los otros días: muchos errores no forzados, saques que se me quedan, se me van largos y me empecino con el remate. Si me bajoneo ya cagué, porque me bloqueo. Y me pongo de malas porque muchos partidos los pierdo yo. En fin, todo es aprendizaje, sigo mejorando del juego y de la cabeza. Huevo.
Así va arrancando la nochecita, con alguna que otra visita al observatorio, ducheli, y a las 9 a cenar. 
Párrafo aparte para hablar de Berta, la cocinera. Una persona con un gran corazón, la quiero bocha a la gorda. Rosi trabaja con ella, mexicana también, más joven y bastante más cabrona, pero bonita persona. Lo bueno de la noche es que casi siempre puedo elegir la comida. Bertucha me consiente. Me da papitas fritas, nachos con guacamole, torta cuando hay y eso. A mi también me gusta ser amable con ella y le doy una mano con lo que necesite en la cocina.
Después de cenar pinta escaviar un toque en la palapa con la gente, aprovechar los descuentos en la barra (queda la corona a 1 dólar, y dos tragos por 2 dólares) y si hay alguna banda piola en La Terraza ir a escucharla. Más que girar por la principal, pasarte por Coconuts o engancharte alguna mina no hay para hacer. 
El día suele terminar en el observatorio, saludando a los amigos que cada día siguen compartiendo y entrelazando sus vidas con la mía